2 de Febrero

 La fiesta comienza al atardecer, cuando los negritos acuden a casa del mayordomo con la cara sin tiznar. Los actos del primer día con la "Velá", hacen una noche especial con las candelas circulando por sus calles y que siempre promete ser única cada año. 

Al finalizar el ritual, los negritos acompañan al sacerdote a la iglesia. Durante la Velá, los mayordomos llevan unas antorchas de aceite llamados velones para alumbrar. 



Cuando las campanas han tocado a la Velá, los negritos se dirigieron a la Iglesia, a la puerta de la cual bailan la Zapateta y recogen al sacerdote. Después visitan la Ermita de San Sebastián, donde veneran y bailan al santo. A continuación, toman camino de la ermita de San Blas y allí, el palotero intenta bailar la Zapateta, pero los demás negritos se lo impiden y son ellos los que bailan por parejas.